Sacrum Commercium

Subía Francisco el monte con suma presteza

Buscaba la fiel compañera de toda su vida;

Ansiaba verla de cerca, doncella pura y preciada

Amada Dama Pobreza.

Desde la cima miraba la dama de Cristo

¿Quién es ese hombre que vuela como las nubes?

Jamás los vi tan ligeros para llegar hasta mí

Desprovistos de toda carga.

“Vengo a ti Señora mía, te suplico me recibas

imploro a Dios humildemente

que vivas en mi compañía,

prendado estoy de tu belleza

prendado estoy de tu hermosura”.

¡Misterio poco comprendido!:

Dar todo para tener nada.

¡Sagrado comercio de Cristo!:

Dar nada para tener Todo.

Tú no abandonaste a Jesús en toda tu vida

Pues nació pobre en un pesebre

Y murió en la cruz;

Cómo no honrarte Señora

Si Cristo mismo te honró

Amada Dama Pobreza.

Desbordo de gozo y consuelo

Por tan gran regalo,

Que Dios bendiga el camino

Que habéis emprendido;

Perseverad hasta el fin

Pobres por Cristo y el Reino

Que grande es la recompensa.

Letra y música: Claudio Luis Durán
Año: 1987